Después de la Luna, el siguiente objeto que vi por un telescopio fue Júpiter, aún recuerdo el asombro y la ilusión que me hizo ver las franjas de tormentas y distinguir los satélites en visual, a pesar que el equipo donde lo vi era de iniciación. Creo que este planeta ha creado muchísima afición a la Astronomía, ya que visualizarlo con unos pequeños prismáticos asombra a cualquiera.
Es una lástima no haber podido recoger el colorido que se disfruta viéndolo directamente con el ocular ya que la cámara que dispongo para este fin es en blanco y negro, pero aquí queda esta fotografía, que va unida al recuerdo de una estupenda noche que pasamos en el observatorio disfrutando de la vista de este planeta a través del ocular.
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