Allí en la cabaña durante los cuatro días que estuvimos, me dio tiempo para ajustar bien los equipos, programar buenas las sesiones y disfrutar de la necesitada tranquilidad que me hacía falta en ese momento. Fueron cuatro días inolvidables, la convivencia con los amigos fue una maravilla, recuerdo muy buenos momentos y muchas risas.
Espero que esta escapada se convierta en costumbre y al menos un par de veces al año la podamos celebrar entre los amigos que asistimos y más.
Dejo unas fotografías nocturnas y en las siguientes entradas presentaré las fotos obtenidas en los días que estuvimos en Nerpio.
Añado también esta foto de la Luna Cenicienta hecha por José Manuel Taberner.
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