Después de descansar plenamente en los Pradillos de Férez aproveché por la mañana para hacer algunas compras de mantenimiento para el observatorio, terminé de limpiar los equipos y me despedí de Victor y Amparo para volver al campamento base del AstroAyna en Elche de la Sierra, nada más salir de Férez el cristal delantero de la furgoneta se cayó y me tocó estar prácticamente todo el día de mecánicos para que lo repararan, doy gracias al mecánico Tomás que me hizo un hueco entre trabajos, después de pasar el día en el Hotel Moreno con los compañeros me fui a los lavaderos públicos de Elche de la Sierra a limpiar la ropa, ya son muchos días y no me gusta llevar la ropa sucia tapada mucho tiempo, el lugar es una pasada, totalmente techado y con todas las comodidades que puede tener un lavadero municipal, por la zona son típicos y casa municipio por pequeño que sea tiene uno.

Y para la explanada con las pilas cargadas, ropa limpia y furgoneta reparada, pero el clima no mejoró como se esperaba en las previsiones.
Esa noche monté el equipo, pero no lo puse a trabajar, la calidad del cielo no era la deseada por mi parte y aproveché para estar con los compañeros y aportar mi pequeño grano de arena ayudándoles con la configuración de los equipos.
Pasamos muy buen rato viendo entre huecos la vía láctea, preciosa después de haber pasado la tormenta.
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